También las plantas son seres vivos

¿SON LAS PLANTAS ANIMALES VIVOS?

Es curioso como en la mayoría de los ciudadanos ha crecido de forma vertiginosa el cariño hacia sus mascotas y todo tipo de animalitos; sin embargo, a las plantas, las gentes –salvo excepciones claro – no las visualizan como seres vivos, y no les importa incluso su maltrato o su poda.

Acabo de regresar de una excursión muy especial fotografiando la fauna y la flora de parte de un territorio montañoso en Viñales (Cuba), y he venido gratamente sorprendido del comportamiento del pueblo cubano fruto de la educación escolar (supongo) que tienen con los animales y sobre todo con la biodiversidad de plantas; y echo de menos, en esta nuestra España ese respeto, pues no es la primera vez que veo como talan palmeras centenarias para edificar en un terreno o como los niños en los jardines públicos maltratan los árboles arrancándoles las ramas, ante la pasividad de sus padres.

Concienciar a la población de que las plantas son seres vivos, es tarea de los valores que los padres transmiten a sus hijos y de la educación escolar básica que reciben, algo que en España estamos descuidando; y afirmo esto, porque resalta demasiado, las tremendas discusiones que hay por causa de los toros, que son motivo de debates políticos, o las exageraciones, en algunos casos, que suceden con los animales llamados mascotas, mientras a la tala de plantas, de manera increíble, casi nadie hace caso.

La vegetación es el primer instrumento que empleó el Creador para poner en acción a toda La Naturaleza. La misión de los vegetales es la de combinar los cuatro elementos para servir de pasto a los animales; los unos y los otros, son empleados por La Naturaleza para formar toda la materia combustible que existe. Y existe una relación estrecha entre la respiración animal, la combustión y la producción de calor.
Vivimos todos en el mismo Planeta, pero a muchos se les olvida la función tan beneficiosa que sobre La Tierra ejercen las plantas; y es necesario recordarlo, si queremos colaborar con el bienestar que nos proporcionan.