Sospechas
En portada y en titulares, toda la prensa de esta Comunidad anunciaba ayer – lamentablemente – la más que posible relación del Director General de Hefame con asuntos de blanqueos de dinero, prevaricación, cohecho …
<“detenido un constructor por pagar favores a Marqués”, le acusan de regalarle el 70 % del valor del inmueble; “la fortuna de poder adquirir chollos inmobiliarios” “policías anticorrupcón buscan pruebas en dos conserjerías de los favores de Marqués a otros …> etc, da lugar a lo que se veía venir:
La sociedad, empieza a relacionar a Hefame con Marqués y la corrupción.
Independientemente de lo que dicten los tribunales, no puedo menos, que recordar las palabras “de sospecha” que le dije públicamente en su presentación, cuando llegó a nuestra Empresa, recién salido – con ciertas dudas – de la política, y que algunos tuvieron la irresponsabilidad de criticarmelo:
.- ¿Para que necesitamos un político en un cargo técnico?
El tiempo, me está dando la razón; y no por ser adivino, sino porque llevo 12 años escribiendo a favor de nuestras Instituciones y manejo información (que algunos desprecian)
En Comunicación hay unos elementos que son los intangibles. El capital humano, la responsabilidad social corporativa, la reputación y sobre todo el buen nombre de la marca (que es el intangible fundamental de la organización, de cuyo fortalecimiento y gestión depende el Director de Comunicación) hay que mimarlos.
Porque si no, esa “Marca” pierde prestigio ante los ciudadanos, ante nuestros proveedores, ante los trabajadores y ante los socios y asociados. La Comunicación INTERNA en una Empresa de este calado, es una estrategia muy importante, ya que si nuestros trabajadores y socios reciben información certera, gozarán de credibilidad y serán los principales transmisores de la IMAGEN DE LA COMPAÑÍA en beneficio nuestro. <Unos trabajadores felices son el mejor anuncio para una firma>; de ahí mi insistencia en una correcta política laboral!
Me estaba refiriendo a la Comunicación Interna ¿pero qué decir de La Externa? Porque si el silencio puede a veces condenar o generar desconfianza, hablar a destiempo es mucho peor: Declarar ante los medios, en las circunstancias que se han hecho, su apoyo incondicional (Presidente y Consejo en piña) a un D. General con estos cargos, es una temeridad, que no beneficia a los intereses de Hefame, porque la sociedad relaciona (yo no entro en juicio de valores hasta que no se cierre el caso) el caso Marqués con la corrupción y con Hefame.
¿Qué clase de responsabilidad tenemos, si estamos permitiendo desde hace tanto tiempo, estos hechos?