Falta Líderez Farmacéuticos
Aprecio cada vez más el mundo de las ausencias en determinados casos; como en el caso del aliento cuya belleza está en la “nada” (porque no huele).
2010 comienzó con movimientos sísmicos en Haití y Chile, cuyas desoladoras imágenes, conservamos aún en nuestras retinas, con las consecuencias de todos conocidas. Han sido momentos dramáticos que perdurarán por mucho tiempo en la memoria colectiva de los que nos sentimos “en su lugar”, impactados por los sucesos. Ojalá, pronto se recuperen y puedan mirar hacia el futuro con normalidad.
Futuro, que en el caso farmacéutico, durante este final de la primera década del siglo XXI no augura bien, y si nos atenemos a las últimas medidas que el Gobierno nos aplica, peor ¿porqué tantos detractores y enemigos?
Si la farmacia española cuenta con el favor del público y el reconocimiento mundial de sus valores ¿porqué este maltrato continuo?
Naturalmente hay de todo, pero una de las razones de peso es porque faltan farmacéuticos Líderes, que sepan y quieran representarnos. Salvadores como aquel Salvador Ibáñez valenciano.
<Farmacéuticos dirigentes> pero no <dirigentes farmacéuticos>
Gramaticalmente el sustantivo no debe nunca comerse al adjetivo ¿verdad? Por eso va detrás; lo digo, porque algunos de nuestros dirigentes se olvidan con facilidad de lo primero que representan.
Si queremos defender nuestros intereses mejor, para entrar en el mundo de las ausencias, habrá que cambiar mucho las vanguardias.
Ausencia de decretazos y rebajones de márgenes/ de corruptos/ de los que mantienen a los corruptos/ de intereses ajenos al bien común / de abusadores de menores/ de guerras para ganar dinero/ y de tanta indecencia política. ¡ausencias!
De políticos que sólo saben hacer bien <el fingir>, y que no se quieren ir, para mantener los privilegios que les proporciona el mandato, a costa de los contribuyentes.
Siempre he defendido mandatos cortos y que no se puedan repetir, para evitar que se “instalen” en el poder, y perseguir la corrupción venga de donde venga, ya que si no, se contagia como una plaga de las peores que nuestra sociedad padece. Pero para eso, deberíamos concienciarnos más.
Pasada la Semana Santa, con la subida de la gasolina – a traición – vamos a ver, si el Ministerio de Sanidad se repone con el dinero que nos ha cogido y entramos en ese mundo de las ausencias, que nos permita trabajar en paz, aunque … ¿con qué garantías nos van a seguir pagando si no tienen dinero?
P.D. Quiero desde aquí felicitar a nuestra compañera Purita Linares por el merecido reconocimiento que le ha dado recientemente La Comunidad, y pedir a Hefame que se prevea con tiempo la distribución de medicamentos durante la próxima Semana Santa para evitar los problemas de este año.