Falsificación de medicamentos
<ENROJECER>
El pasado día 2 de Marzo fue noticia, en la portada, del periódico francés <Midi Libre> una curiosa falsificación: “ enrojecer los atunes de baja gamma con productos químicos (nitritos, nitratos y betadine) para transformar la carne en más rojiza, y poder así, venderlos más caros”. Hoy 8 de Marzo, cuando se celebra en todo el mundo el <día de los derechos de la mujer> es noticia en La Verdad de Murcia, el desmantelamiento en la Costa del Sol de una banda de traficantes que adulteraban y falsificaban medicamentos para las disfunción eréctil, fundamentalmente.
El uso de las nuevas tecnologías, si bien nos hace más libres en algunos aspectos, nos esclaviza en otros; y también supone, en el caso que deseo exponer, un riesgo sanitario, para aquéllos que usan la Red para comprar ofertas de medicamentos, que suelen estar adulterados o falsificados.
Este artículo (que forma parte de tres) sólo transmite datos y hechos comprobados (como el del enrojecimiento del atún que sirve de inicio en Francia) ACERCA DE LA FALSIFICACION Y ADULTERACION DE MEDICAMENTOS COMPRADOS A TRAVES DE LA RED, por la preocupación social que desencadenan;
Y con el fin de esclarecer las sombras que todavía una parte de la opinión pública tiene sobre la venta de medicamentos por Internet, expongo los hechos, para concienciar a los lectores de la gravedad del asunto. Difícil tarea, en una España donde el propio Presidente del Gobierno o en su defecto el Vicepresidente, mienten y engañan <sin ni siquiera enrojecer> en importantes temas de economía o seguridad; y es que las palabras por desgracia, se han deteriorado tanto en estos últimos años, que muchas veces, me dan la impresión <que nada tienen que ver con la realidad> como se hace con los fármacos adulterados, y subrayo, que no sólo se hace con los adjetivos (como se ha permitido toda la vida) sino que ahora se hace también con los verbos. Decía Cipollo <si medran los mentirosos, es porque en torno a ellos florecen los incautos>; quiero decir, que la culpa no es más que nuestra; si no, que alguien me explique porqué los narcotraficantes se están pasando masivamente al negocio de la adulteración y falsificación de medicamentos y productos sanitarios a través de la Red. Sencillamente, porque es más jugoso económicamente y encima no hay (aún) legislación que lo controle; o sea, trabajan sin riesgo de que ¡tal delito tenga pena! en un mercado muy bien remunerado.
Prevenir la enfermedad y/o ayudar a curarla es una de las múltiples tareas que el farmacéutico ejerce en su oficina de farmacia (las capacidades silenciadas de la oficina de farmacia, capaz de detectar situaciones sanitarias anormales que se le escapan al Sistema Público de Salud, como por ejemplo <la violencia doméstica> que me recuerda por el día de hoy,) y en el caso que nos ocupa. Unos 15.000 millones de mensajes diarios – una cuarta parte del tráfico mundial de mensajes electrónicos – son mensajes <spam> para promocionar tratamientos falsos como han afirmado recientemente en un Foro de Salud la Consejera de Sanidad de Galicia Pilar Fargas patrocinado por la firma farmacéutica Lilly. Nuestras Instituciones y especialmente nuestro Colegio de Farmacéuticos, me consta que está valorando la situación para coordinar los esfuerzos y obtener un resultado eficaz (durante 2009 Sanidad hizo 81 actuaciones para luchar contra medicamentos ilegales en la Red. Quizás haya que buscar ayuda en prestadores de servicio como Google y parecidos. Las mafias tienen el terreno abonado en el producto estrella que es la disfunción eréctil; siendo esta de por si un síntoma de enfermedad cardiovascular como afirman numerosos cardiólogos de reconocido prestigio (excepto en crónicos o personas de avanzada edad) algunos de estos usuarios de la Red, ya están por desgracia, criando malvas.
La venta de medicamentos por Internet, es un grave peligro para la salud, que algunos medios de comunicación no dudan en calificar de jugar a <la ruleta rusa> pues el fármaco no es una mercancía sino un producto estratégico que requiere <un control> sobre todo si son de procedencia dudosa.
La disfunción sexual, es ya en sí, un signo de de una posible enfermedad cardiovascular, que implicaría la intervención de un especialista (excepto cuando es por causa de la edad o un proceso crónico) para valorar el problema de la falta de erección. Haría falta una campaña de educación sanitaria para prevenir los problemas que puede ocasionar, y un control en el consumo de estos productos; eso suponiendo que no sean adulterados o falsos.
Al parecer, tales casos, ni siquiera están recogidos en el Código penal, lo que da una vía libre a muchos narcotraficantes, que se han pasado del narcotráfico a este muy bien remunerado mercado.
Todo ello propiciado, gracias a la pobre educación sexual que tiene un gran sector de la población sanitaria que acude a la red para no ir a las farmacias; con el riesgo considerable que representa para la salud.
Los datos dicen, que durante 2009 Sanidad sólo tuvo 81 actuaciones en la lucha contra estas falsificaciones en la Red (con la ayuda de buscadores como Google).
Según I. Moncada de la Asoc. Española de Urología “ las mafias del narcotráfico se están pasando a la copia de medicamentos porque les resulta más rentables”, y en cinco años ha crecido en más de un 90 % el tráfico ilegal de fármacos. Hay unos 15.000 millones de mensajes al día (una cuarta parte del tráfico mundial de correos electrónicos son mensajes spam según expertos del VI Foro ABC de la Salud que presidió la Consejera de Sanidad de Galicia y patrocinado por el Laboratorio Lilly.
Es evidente que nuestro colectivo y las instituciones implicas están preocupadas por este problema y su crecimiento que cada día afecta lamentablemente más a la salud de la ciudadanía. Nuestra institución colegial y y su órgano directivo son el arma mas eficaz para hacer llegar este problema al gobierno y buscar soluciones inmediatas.