Fallece Prudencio Rosique
Hola Prudencio:
Me llega el sonido de un mensaje anunciando tu muerte. Así, sin más.
Son momentos “raros”, pero que gracias a Dios, a mi edad, los tomo como vienen.
Siempre te dije que te envidiaba, y aunque tú no tomabas los mismos significados que yo de las palabras (en eso hemos sido muy distintos) has sido siempre un caballero, respetando mis puntos de vista (que casi siempre eran distintos) y mi particular manera de entender los objetivos de nuestra profesión.
Hemos sido buenos amigos, y regulares adversarios; pero puedo afirmar con bastante elegancia, que nos hemos complementado como buenos compañeros de caza, y sobre todo como farmacéuticos.
…Y te sigo envidiando, aunque me apena que no hayamos disfrutado más de nuestra amistad.
Sé, que cuando nos encontrábamos sentías alegría de verme y respeto por mis ideas. Nuestros buenos momentos (que podrían haber sido más) juntos, los llevaré siempre conmigo.
Te envidio hasta en cómo te has marchado. Sin despedidas ni protocolos; sin besos ni hipocresías; sin elogios. En un mes en que las perdices criarán mejor que en años anteriores por las lluvias. Un mes de comienzo de primavera, cuando las golondrinas regresan a anidar.
Una oración por tu alma, que siempre fue generosa.
P.D.: Mi más sincero pésame a todos los que te querían.