Entrevista a Enrique Granda «El Grande»
Cuando uno empieza a leer su “interminable” <curriculum vitae> no duda en apellidarle “El Grande”, pues sus méritos son indiscutibles; y el único “pero” que se puede poner, es que esa <a> en la que termina su apellido, debería ser una <e>. https://enriquegranda.wordpress.com/
(ruego su lectura antes de seguir).
Académico, escritor (su penúltimo libro de “cartas al poder”), al que acudíamos todos cuando las cosas nos iban mal con La Administración, (por sus conocimientos sobre Leyes y Estatutos), amigo de Salvador Ibáñez (antiguo y famoso presidente del COF de Valencia, q.e.p.d.), amigo personal del también valenciano expresidente Javier Climent (no menos famoso), y de otros muchos ex presidentes, intelectual donde los haya … ¡y admirado por mí!
Glutation
(El Glutation – como estudiamos – se une a las «toxinas» neutralizándolas; y también a las vitaminas y minerales, ejerciendo un papel de regulador del sistema inmunitario, y como antioxidante)
P ¡Bienvenido Enrique! Siempre es grato y enriquecedor, charlar con un personaje como Tú, pero una curiosidad antes de continuar: ¿por qué no acudiste a la Prensa Farmacéutica, que siempre te han tratado muy bien para presentar tus <Alegaciones>?
R Mis relaciones con la prensa profesional son excelentes porque entiendo su trabajo y les proporciono información y titulares. Precisamente porque entiendo su trabajo no me gustaría ponerles en un compromiso con una cuestión interna de la profesión que han aprobado todas las Juntas de Gobierno de todos los Colegios, es decir, que cuentan con más de 500 farmacéuticos que la apoyan, mientras los que la criticamos no pasamos de 100, hasta ahora… La presa farmacéutica se mantiene gracias a la industria, la distribución y las corporaciones farmacéuticas. A nadie se le puede pedir que tome partido en contra de sus fuentes de financiación, es decir de su sustento. Por eso, no he querido recurrir a la prensa profesional, todavía. Si el manifiesto lo hubieran firmado más de 1.000 farmacéuticos, algo probable en estos próximos meses, ya estaríamos hablando de otra cosa: sería una noticia de carácter nacional que comprarían las Agencias, y que ya no tendría ningún problema en publicar, la prensa profesional.
P <Tus Alegaciones a los Nuevos Estatutos del CGCOF> no tienen desperdicio, y según me consta, las han leído (según las estadísticas de mi web) centenares de boticarios; pero empecemos por el final:
P ¿Qué ocurriría si no las admite La Administración? ¿Los músculos erectores de los pelos de los presidentes de los 52 Colegios españoles se erizarán?; es decir, ¿se les pondrá <la piel de gallina?
R Parto de la base de que ni siquiera han leído los nuevos estatutos todos los presidentes, o al menos las han leído con algo de sentido crítico. ¿Cómo se puede imaginar una profesión dirigida por un cónclave ausente de toda transparencia y democracia? Así se aprobaron los estatutos del CACOF, y ahí están las consecuencias: los presidentes pueden ceder un 5% de los titulares, sin tener que consultarles siquiera. Los “nuevos” estatutos del Consejo General serían todavía menos transparentes y representativos que los del año 1957, que siguen siendo los actuales, a los que se quiere dar una vuelta de tuerca imponiendo el secretismo y la ausencia de voz de quienes realmente lo financian, es decir los colegiados de base.
Si nuestras alegaciones dieran resultado nos encontraríamos en una situación por la que ya hemos pasado dos veces en los últimos veinte años: El Ministerio devolvería los estatutos al Consejo General y seguiríamos en los del año 1957 hasta que algún gobierno cambie la Ley de Colegios Profesionales y no puedan proponerse estatutos como lo que se pretenden aprobar ahora. Para quienes han aprobado internamente estos estatutos, no hay ningún problema, quizá solo una contrariedad, porque con los estatutos del año 57 pudo estar Pedro Capilla casi 40 años entre los puestos de secretario y presidente, aunque tuvo la desgracia de que todo lo que se acordaba en el Consejo se grabara y se diera a conocer por el Colegio de Valencia, primero con Salvador Ibáñez y luego con Javier Climent.
P. Tú has conocido bien estos últimos 50 años, donde a veces, las circunstancias, la ignorancia, o algunos intereses ocultos, nos traen la semilla de la desesperación ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
R Creo que es muy sencillo: los farmacéuticos tienen mucho trabajo y no hay líderes que les despierten. Las redes sociales crean adicción en algunos casos, pero en poca adhesión a ideas y conceptos. El Consejo General tampoco ejerce liderazgo, más allá de los presidentes, los vocales nacionales y algún miembro de las juntas de gobierno, pero tiene una importante fuente de financiación para crear amigos. Esa financiación la pagamos todos, aunque no somos conscientes de ello.
R. Hasta ahora me estoy apoyando en líderes de opinión que muchos de ellos son gente mayor y poco conocida por las nuevas generaciones. También estoy recurriendo a las redes sociales que agrupan cientos de farmacéuticos, aunque la respuesta hasta ahora es limitada. Y, cómo no, estoy moviéndome con algunos políticos que compran fácilmente la idea de que los “nuevos” estatutos representan un retroceso en democracia y transparencia. Quizá en lo que confío mas es que nuestras alegaciones lleguen a los otros organismos que tienen que informar como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia o el Consejo de Estado.
P ¿Cuál es tu objetivo con estas Alegaciones?
R Es simplemente mantener la coherencia de unas ideas que iniciamos con Salvador Ibáñez, pero que han tenido buenos mantenedores, y no solo en el Colegio de Valencia, sino también en Madrid y en las patronales. Isabel Vallejo, presienta de FEFE, fue una verdadera líder que no le importó enfrentarse al Consejo General, para defender los intereses de los titulares de las farmacias. Ahora lo que me gustaría es que surjan líderes para defender a quienes no son titulares de las farmacias y trabajan en otras modalidades y que viven completamente de espaldas a las corporaciones.
P. ¿Cómo repercuten tus alegaciones al boticario de Oficina de Farmacia?
R. Sin duda es el más perjudicado porque se puede jugar con su patrimonio, tal como ha ocurrido recientemente en Andalucía con el 5%. Sin consultas democráticas en asamblea, quitar el 5% porque lo acuerdan otros, podría ser “apropiación indebida”, una figura penal sobre la que ya se está plateando algún recurso. Sin embargo, estos estatutos conciernen a todos. ¡Quién siendo farmacéutico no aspira en alguna ocasión a poner farmacia, como han hecho muchos farmacéuticos de hospital o de la industria ¡Pagar al Consejo y no saber lo que allí se cuece, ni poder influir en las decisiones, es ser tratados como súbditos en la Ilustración ¡. Por ello creo que alegar y recurrir estos estatutos es una obligación de todos los colegiados, no solo los titulares de Oficina de Farmacia.
P ¿Puedes decirme alguna cosa de la que “ya estás de vuelta?
R Que el desinterés con el que muchos farmacéuticos tratan estas cuestiones, tendrá consecuencia en sus vidas, su desarrollo profesional y hasta en su economía. Por eso, me gustaría que la última idea de esta entrevista sea para llamar a que cualquier farmacéutico piense que este es un tema importante para el, si quiere ejercer como farmacéutico en cualquier modalidad.
También me gustaría decir algo que me ocurre en este momento: me siento con más legitimidad democrática que la mayor parte de los presidentes de Colegios y el Consejo: En las últimas elecciones a la Comisión de Recursos del Colegio de Madrid, tuve 950 votos, muchos más que cualquiera de ellos[1]. Y esa legitimidad democrática me da la fuerza necesaria para seguir adelante con mi cruzada a favor de la democracia, la verdadera representatividad y la transparencia en nuestras instituciones.
[P.D.- Me llena de satisfacción que califiques a mi tribunajirafa.com como medio <absolutamente independiente>, y que se de ejemplo de democracia verdadera, con razones y opiniones. Yo que le debo todo lo que soy a La Farmacia, y que lucho (sin ánimo de lucro) por la profesión, lo agradezco.