Con la salud no se debe jugar

Si hace unos pocos días escribía sobre “LA INCOMPETENCIA” (con mayúsculas) de La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, donde se pretendía entre otras cosas, vender medicamentos de los denominados sin receta  fuera del control de las farmacias legalmente establecidas y perfectamente coordinadas por un Colegio Oficial de Faemacéuticos, teniendo en cuenta que semejante hecho lo viven para su desgracia en los EEUU donde la sanidad pública no es como en España y donde lamentablemente tienen el mayor índice de ingresos en hospitales y muertes por automedicación que pueden comprar en una gasolinera “libremente”, hoy a pocas fechas para unas elecciones generales, quisiera llamar la atención de la importancia de nuestro voto no vaya a caer en los que no nos vayan a apoyar, ni a nuevos por  prudencia; y es ahora el momento en que nuestros dirigentes deben salir al paso buscando compromisos serios y no quedarse en sus sillones cómodamente instalados gozando de su poder.

Hay razones poderosas para defender nuestros intereses, y es ahora el momento de significarse; pues parece absurdo que mientras nuestra querida España goza de un Modelo de Farmacia reconocido como de los mejores del mundo, nuestros dirigentes no lo sepan expresar, y sigamos recibiendo amenazas como la citada en el encabezamiento, que sin lógica – por ir claramente contra la salud – y con la única pretensión de satisfacer al gran capital que sigue y seguirá intentando quedarse con el sector del medicamento para meterlo en las grandes superficies y gasolineras, debido a nuestra pasividad y mansedumbre general que caracteriza a muchos dirigentes.

Tampoco se ha recorrido mucho camino en el consabido ahorro que representa al Sistema Sanitario, nuestras intervenciones profesionales que diariamente realizan nuestras boticas.

En mi opinión, hacen falta líderes nuevos, porque una transfusión de sangre fresca a nuestra profesión le daría otros aires; y no olvidemos “enfocar” nuestro trabajo profesional “como verdaderos profesionales del medicamento” que pueden y deben realizar su trabajo con un cuerpo de conocimiento específico  que lo defina y diga qué persigue.