Unidad, la fuerza de un colectivo
Es comprensible que todo negociante desee ganar más en su negocio. Como también lo es que se respeten unas normas.Y, que el sabor amargo, a veces, agrade como ese placer extraño que hay en el llanto.
Desde la globalización y la aparición de internet, las cosas han cambiado “para bien y para mal”, porque los peces grandes se han comido a los pequeños; por ello conviene situarse bien en esta “selva”, y armarse con la experiencia, para cerrar filas con las fuerzas que nos proporciona la unidad de todo un colectivo, observando las Leyes como es preceptivo, y desconfiando de los políticos que lideran nuestras Instituciones.
Cuando la unidad se transforma en fuerza (he ahí GAFA= Google+Amazon+Facebook+ Appel) los boticarios deberíamos unirnos también porque habrá que tener cuidado con el intrusismo de ellos, así como proteger los datos de nuestros clientes; ya que si nos los roban, no tardarán en “puentearnos”.
¿Cuántos Laboratorios comerciales de capital NO farmacéutico nos han utilizado para comenzar vendiendo sus productos exclusivamente en nuestro canal, y acabar – cuando una vez afianzados en el mercado les ha convenido – vendiéndolos en grandes almacenes, y últimamente en Amazon? Y es que, el apetito económico de algunas multinacionales, cuando se desborda, suele acabar abusando de los que lo padecen; entre otras cosas porque es insaciable; y entonces, las arrugas y pliegues de la cara que sirven para reír, son los mismos que sirven para llorar.
Hace años que escribí alertando sobre los peligros que acechan a nuestra profesión, y ningún Colegio, hasta la fecha, ha movido ficha. Está escrito en <Píldoras y posdatas> el 20-02-3003 “En un escenario dominado por la preocupación de unos frente a la rutinaria apatía de otros… resuenan los tambores de algunas Multinacionales, al acecho de La Farmacia mediterránea (La verdad de Murcia 11 de febrero de 2003)” porque el sector del medicamento es muy goloso, e intentan desplazarlo fuera de las boticas, como si fuese una mercancía más.
P.D.- Sólo la unidad del colectivo, e impedir que nunca que se rompa ese vínculo estructural de nuestra profesión: <1 Título = 1 Farmacia> evitará nuestra descomposición profesional y acabar siendo rehenes del gran capital. Y para dejarnos utilizar, que sean Laboratorios de capital farmacéutico, como Infarco, por ejemplo, cuya lealtad está garantizada.