Para lo que sirven…
Intentando descubrir mi camino, en una sociedad que ya no comprendo, con mis razones lógicas, huyo hacia lo desconocido a través de mis novelas.
Al relatar una historia aparecen dudas que al principio no existían, aunque también posibles respuestas, mediante los rodeos que supone el argumento.
En este momento casi todo me resulta engañoso menos la polución que respiramos (no sólo en el aire, sino el medio ambiente en el que vivimos, porque hasta las Leyes son resbaladizas), el exceso de ruidos y la ambigüedad de todo lo que nos rodea; aunque lo peor de todo es “la clase política” que hemos cosechado. Vamos rumbo a lo desconocido, y me temo, que no es buen camino.
¿Qué?
La solución que se me ocurre, es llevar a casi toda esta clase política en un avión, y soltarlos en la Isla de La Palma; pero como eso sería fastidiar a los pocos y desconsolados habitantes que allí quedan ¿porqué no introducirlos con ese avión teledirigido, ya que gozamos de nanotecnología, y depositarlos en “en el volcán apagado”?
Total para lo que sirven … Han destrozado la calidad democrática que se había creado, y están abofeteando La Libertad. El Parlamento, es un patio de colegio. Un lugar donde ya no hay adversarios, sino enemigos que se descalifican, mientras juegan peligrosamente con las Instituciones.
¡Han pervertido la legalidad!
P.D. Bueno, también se podrían meter en diferentes Globos Aerostáticos – por equipos, eso sí – y echarlos al aire, para que el viento se encargue de ellos.
P.D.²- Ya sólo quedan una decena de libros de Huellas de Hefame. Se está imprimiendo otra edición. ¡Os animo a leerlo!