¿Hacia dónde nos lleva el futuro?
Cuatro años en la vida suelen ser mucho o poco, dependiendo de las cosas que pasen y del ritmo que tenga ese tiempo vivido; para mí (que he tenido okupas marroquíes en la casa donde nací), y he visto mis libertades rotas (muchas veces injustamente), durante la pasada pandemia, han sido muchos; por no hablar de la falta de agua, o presenciar otras injusticias.
Sánchez ha podido pactar con Podemos (partido anticonstitucional del que dijo “no dormiría bien si tuviese a Podemos en el Gobierno”); y con Bildu, (de filoterroristas); pero ahora, demonizan a Feijóo por hacerlo con Vox.
Es el Fausto que vendió su alma con tal de conseguir la juventud, aunque en este caso se trate del poder. Están jugando con la imposición política, ante la impasibilidad del pueblo, olvidando sus deseos. ¡Qué contrasentido!
Estamos contemplando disparates, que suceden gracias a las coaliciones; como que gobierne el menos votado, en vez de lo que el pueblo elige. Es vergonzoso y decepcionante, por la falta honestidad, y la politización de La Justicia; por eso es importante, ir a votar.
Hay gente que todavía cree que Vox sea – como les apetece denominarle sus enemigos – “la ultra derecha” para intentar desprestigiarlos. Es de risa; mientras las mentiras, los excesos de poder, y otros tantos mal ejemplos, que hemos vivido con Podemos, el PSOE, y Bildu, siguen ahí.
La conveniencia de Sánchez (personal) y los intereses del PSOE, han sido muy superiores a los intereses de España y de los españoles. Les importa un bledo; mientras Yolanda Díaz (sabemos el modelo social que quiere), y haría de España lo que hemos tenido que ver y padecer: ¡hasta con la pérdida de la propiedad privada!, y el deterioro que ha sufrido la calidad de información: Mentiras descaradas y corrupción política, colonizando todas las Instituciones
¡No creeros lo que diga Tezanos!, y endeudándonos.
P.D. ¿Para qué han servido las Asociaciones de Fiscales que no han impedido la designación a dedo de Dolores Delgado? Recordar y reflexionar. No debemos consentir – por el bien moral de toda España – que nos dominen las coaliciones entre los más traidores, tontos e irresponsables (que no van a cumplir sus palabras), pues correríamos un riesgo muy peligroso.