En épocas electorales
Nuestros colegios no sólo son necesarios sino imprescindibles
En épocas electorales, y como cuando hay luz, se pueden abrir los ojos y ver, o se pueden también cerrar y luego ir a votar a oscuras, pero ¡cuidado! porque en ello va nuestra suerte o nuestra desgracia, y merece la pena tener información fiable e independiente, ya que los tiempos están por defender los intereses generales de nuestra profesión ¡a capa y espada! por encima de otros intereses personales, que se verán brillar durante estos días, como luceros en el cielo en una noche clara; por ello, esta web creada a finales del pasado Siglo y con bastante experiencia y prestigio en estas etapas, quiere facilitar información para colaborar como siempre hizo a la transparencia. Nuestros Colegios en general, son unas Instituciones no sólo necesarias para que regulen y garanticen a nivel interno nuestra estabilidad y buen funcionamiento profesional; sino indispensables para resolver externamente nuestras reivindicaciones y defender nuestros intereses.
Disculparme una vez más, pero insisto (sin despreciar por ello a otras loables Asociaciones de Farmacéuticos), como insisto también en ese vínculo que nos une a nuestra Distribución Farmacéutica de capital farmacéutico, cuya unión hace posible nuestra fortaleza e independencia a la hora de abastecernos. (ver artículo enviado a la prensa de <Hefame cumple 65 años>) Personalmente, me divierte ver los debates y las entrevistas que se preparan con un alto grado de ese interés al que hacía antes referencia, y observar como las mentiras flotan en el aire como el aceite en el agua, pues casi siempre, se sacan las cosas de su contexto y se toma una parte por el todo ¡he ahí el truco! Y así las gentes de buena voluntad se tragan las apariencias que luego no son verdad. “Donde más se miente después de las cacerías es en las elecciones” decía nuestro querido e ilustre compañero, Presidente de Safa, Joaquín García Vela en el libro que escribió y guardo, dedicado con cariño. Así pues vayamos con precauciones pues todos agravan lo malo del compañero y aligeran el suyo.
Existe un versillo (atribuido a Plubilio el Cómico) que dice “mala decisión es aquélla que no puede cambiarse” y que bien vale unas reflexiones, si partimos de unas razones verdaderas y justas como las que he mencionado anteriormente, buscando lo mejor para el bien general; por ello, conocer los programas y el compromiso político <bien definido>, así como a los candidatos, es lo que lo hará más creíble y afianzará la confianza de nuestras decisiones en 2016 cuando vayamos a las urnas.
Por otro lado, si bien todo se altera con el tiempo, habrá que sopesar el valor de lo conocido y lo desconocido, y saber hacia dónde apuntan esos objetivos que nos proponen, pues como el arquero, debe saber primero dónde apunta y luego ajustar sus tiros. No hay viento bueno si no se dirige a ningún puerto. Una Institución como el COFRM la puede gobernarla cualquiera que sea boticario/a y cumpla los requisitos, pero no vale cualquiera, sino el más competente con mejor equipo; y eso es difícil sin no se colocan las piezas en sus sitios correctos, porque para gobernar un colectivo como el nuestro hay que tener una idea “de conjunto”.
He tenido la suerte de leer a unos cuantos pensadores acerca de esta cuestión, y coinciden, al analizar la conducta humana en lo oscilante que somos; es decir, en lo contradictorio que hacemos. Y creo que esto lo he expresado en varias ocasiones, ante oscilaciones políticas y/o cambios bruscos de opinión debido a cambios de circunstancias. Hemos vivido unos años de profundas transformaciones donde todo ha cambiado. El tiempo se sucede y nada tiene que ver el antes con el después. La revolución tecnológica que tantas cosas buenas tiene también otras malas y se ha llevado muchos valores. Los cambios son constantes, y resistirse a ellos es imposible. Todo viene acelerado, por ello es necesario calma, y dedicar un tiempo de cierta serenidad a abrir con tranquilidad la mente y ver lo que nos ofrecen unos y otros; pero para ello, hay que abrir los ojos y conectados a ellos escuchar lo que nos comunican. Después sigue libremente tu intuición. Porque sólo hay una fuerza motriz: el deseo. (Aristóteles). En la actualidad, Francisco I es el único que de todos los dirigentes me inspira confianza.
P.D.- En adelante, iremos aclarando dudas.