El futuro dependerá de nuestro presente
¿Hay de todo, como en botica?
Así comenzará mi próxima entrevista a Olegario
“Casi todos los hombres mueren más por los remedios que se les administran que por las enfermedades que sufren”.
Se afirma en una escena de «El Enfermo Imaginario» de Moliere.
Pero, digámoslo todo, también es cierto que muchos de esos hombres van perdiendo la salud por méritos propios, día a día. Cito de nuevo al dramaturgo francés:
“Prefiero el vicio cómodo a la virtud que cansa”.
El futuro dependerá de nuestro presente.
Los farmacéuticos con oficinas de farmacia (en general, claro), están acomodados y suelen ser bastante independientes (dicen); debido a ello, su pasividad es una constante y no suelen relacionarse mucho con el resto del colectivo, (afirmaban expertos). También es verdad, que en sus experiencias, la solidaridad no ha sido «su fuerte».
Partiendo de esta premisa (que ha sido y es realidad), algunos de nuestros compañeros más representativos lo han dicho en Asambleas, y yo lo he escrito en varias ocasiones, con el fin de fomentar ese compañerismo tan necesario y útil para la unión del sector «en pro de la defensa de nuestros intereses profesionales”.
Los Gobiernos de turno lo saben y lo han aprovechado en varias ocasiones; así como grandes superficies y otras cadenas, interesados en sacar el medicamento de las farmacias y romper el vínculo: una farmacia/ un farmacéutico; por eso insisto en el asunto, reflexionando, en busca de reforzar nuestra capacidad de respuesta, por su importancia.
Y reactivar la memoria.
Tengo en agenda unas entrevistas con destacados dirigentes de nuestras Instituciones y pretendo hacerles considerar el asunto; para «poner los Estatutos al día» y hacernos más participativos, como, por ejemplo, instalando «el voto electrónico«, aunque a algunos no les haga mucha gracia; hay que legislar para que favorezca a la mayoría y no a unos pocos.
Si somos previsores, en breve, tendremos un futuro mejor.
Con esas entrevistas pretendo despertar el sentido humano de defender lo nuestro.
Cuando observo en cualquier cadena de TV cómo «ya no cuentan con el farmacéutico» como antes, al anunciar productos sin receta que se podrán vender en otros establecimientos, me doy cuenta de sus intenciones. Le preguntaré a «Olegario» si es cierto que los medicamentos que se compran en los supermercados, como muchos de los que se compran en Internet, «pueden ser malos para la salud».
Vivimos una época donde «las razones no cuentan» y se perjudica a la sociedad, como nunca ha ocurrido en los pasados 70 años, con decisiones absurdas y disparates, como los trenes mal calculados, que NO pasan por los túneles, o Leyes donde cientos de violadores salen de las cárceles impunemente, ofendiendo a los valores más elementales. Hoy, es delito pegarle a un ratón, pero abortar no.
Los disparates se suceden.
P.D.: Habrá que ir tomando medidas para restaurar la confianza y que el futuro no nos atropelle.
La próxima entrevista espero hacerla al popular farmacéutico sevillano «Olegario«, Pedro Caballero-Infante Perales, que cuando las razones se pierden, su gracia selecta las despierta, convirtiendo los acontecimientos diarios de una botica en un acontecimiento interesante.
“La soledad es el precio de la independencia y suele ir acompañada del sentimiento de mezquindad”.
Ver Blog de Pedro Caballero-Infante Perales: Digo yo …
Con una ironía que encierra enseñanzas, aparecen muchas de las historias de nuestro colega «Olegario«.
Cuando pienso algo que me parece importante, dice Olegario, como lo que se puede resumir en esta escéptica frase: “somos corchos inermes flotando en un océano con destino determinado al que nos lleva alguien ajeno a nuestra voluntad”, me siento momentáneamente feliz si alguien de relieve piensa lo mismo y lo dice.
El ejemplo me ha llegado a través de un discurso de Iñaki Gabilondo que, en su turno de agradecimiento por haber recibido una distinción, ha dicho que debemos de votar a un líder (que es otro corcho más grande), no para que defienda nuestro bien, sino «para que pacte con los que de verdad mandan para que no nos jodan demasiado».
Muy bien hablado Valentín, me encanta, ojalá la humildad entre seres humanos, como lo que somos, que hoy estamos aquí y mañana no sabemos, fuese verdaderamente el motor de nuestras vidas día a día, y no la hipocresía y la mentira que vivimos, literalmente, alimentada por la avaricia y el poder del egoismo, que no hace más que hundirnos en un fondo tan oscuro, que llega a ser abismal, de los que un mínimo porcentaje de personas como tú, habéis podido llegar a ver y solo sois concientes. Triste, pero cierto. Nunca dejes de luchar. El mundo necesita mucha más gente como tú, pero como dicen, lo verdaderamente bueno, escasea, y porqué escasea?, Por que somos egoistas. Un Saludo Valentín.
Gracias Sonia por esas bonitas palabras que me dedicas. ¡Cómo se nota que eres un que nos adelanten y nos faciliten las cosas en el futuro. ¡Un beso!