Ecos de Hefame
La Hermandad farmacéutica
La dedicatoria, es una formalidad que todo libro debe contener; por ello, creo que es justo dedicarlo a los Presidentes de este Grupo, ¡y cómo no! a sus Trabajadores, con el único deseo, de que vayan siempre bien unidos. Ambos, son necesarios para su mantenimiento y progreso.
Y lo escribo, en unos momentos en que vivimos con tantas alteraciones sociales, debido a la pandemia, la corrupción política, y la inestabilidad económica, mientras la UE y EEUU juegan a la guerra con Rusia. Comprender que esta unión es fundamental, es clave para los objetivos de Hefame (no olvidemos nunca, que nació como “Hermandad Farmacéutica” para satisfacer las necesidades de los boticarios).
Mi relación con La Empresa viene desde que era un niño hasta nuestros días. Toda una vida; aunque más estrechamente, cuando formé parte del Comité de Almacén, y empecé a conocerla “por dentro” y “tomar notas” -en mis cuadernos (donde escribía las fechas, asistentes, contenidos y otras particularidades de cada reunión, que aún conservo), pero “la prensa y el poder nunca se llevaron bien”; sin embargo, jamás tuve ataduras que me limitasen a contar la verdad, aunque flotaba en el ambiente, ese miedo a la libertad de expresión.
¿Hefame tiene futuro?
El tiempo tiene siempre la respuesta, pero el futuro viene con incertidumbres, cargado de sorpresas (¡he ahí la pandemia!) con cambios inesperados, y sin manual de instrucciones; ¡creo que sí!; aunque de lo que no se puede dudar, es de su pasado, y de la decisión acertada, a pesar de las incertidumbres, de sus creadores. Nuestros Fundadores.
¿Cómo despertar el interés de muchos por una empresa murciana tan importante y algo olvidada, en unas fechas en las que el mundo juega a las guerras? ¿Puede Hefame convertirse en una especie de novela que atraiga el interés del público haciéndola más respetada, como patrimonio de los murcianos y alicantinos – sus fundadores –, en el mundo de la logística y la distribución, de sus socios en particular; y revivir la historia de su pasado, su presente y mirar hacia su porvenir, narrando hechos reales y significativos de “una parte del todo”, que reflejen su realidad? La respuesta es Ecos de Hefame (ecos de lo invisible).
Traer el pasado al presente es una forma de afrontar (y comprender) mejor el futuro.
El tiempo se va pasando, y ya no vuelve (dicen los expertos en estas cosas, dándole un sentido algo peyorativo), y mientras pasa, se sucede la vida entretenida en cosas vulgares (que no tienen demasiada importancia) aunque de vez en cuando, muy escasamente, ocurren cosas importantes, que quedan marcadas en la realidad de nuestras vidas, y en el tiempo. Es entonces, cuando parece como si se hubiese detenido allí, en aquel momento, dejando su huella. ¡He aquí una cita con su Historia!
La prensa es el pilar esencial de las democracias, y está en la actualidad, seriamente amenazada su libertad; y lo expreso, como cuando escribí, hace ya diez años, que si no sustituíamos el petróleo por otras energías no contaminantes, El Planeta en el que vivimos todos, sería irrespirable. Hoy no sólo me reafirmo, sino que insisto, en un mundo nuevo cuajado de tecnología, pero con la lacra del “calentamiento global” ( con sus daños irreparables por llegar tarde) y los peligros de tanta robotización. La relación de hombre/máquina, produce deshumanización, y pérdida de valores, a pesar de sus indiscutibles ventajas.
La crisis ucraniana influye en la independencia de Cataluña y en el interés geopolítico, para el suministro de gas, dos cuestiones importantes.
P.D. ”El futuro y la gestión de sus imprevistos” es el reto. Sopesar bien la realidad, para comprender que algunos dirigentes nos están comprando (para mantenerse en el poder), con dinero que genera deuda (que hay que devolver) engrosando la que ya tenemos; y mientras tanto nos entretienen, con la corrupción de La Iglesia Católica, para que desviemos la mirada; como si la Iglesia no hubiese hecho nada bueno, en su larga vida. Contemplando sólo una parte del todo, pagarán justos por pecadores. Comprender es esencial para afrontar el futuro.