COFRM
Antes de entrar “en detalles” quiero expresaros a todos que, desde mi condición de boticario (con más o menos pedigrí que otros) pero iguales (que es una de las palabras que más me gusta del diccionario), mientras nosotros mismos llevemos la sartén cogida por el mango, seremos más felices que si la llevan otros.
Los que me conocen saben que soy un gran amante de la ópera y ver a una diva como Monserrat Caballé humillada por la Justicia me produce pena, pero también satisfacción de saber que estamos en Una España Grande y Libre donde el que la hace la paga.
Todo lo que nos queda somos nosotros mismos; por ello, espero que nuestra responsabilidad nos guíe por el camino mejor y no por atajos peligrosos, porque nos jugamos mucho. Llevo años escribiendo para que la autoridades y el público diferencien el medicamento de cualquier otra “mercancía”. ¡Valoremos esos principios! Y demos a los mejores nuestra representación.
Cofrm… <Porque es una Ley que un tiempo siempre lleva escondido las aperturas de otros tiempos>
El escarabajo egipcio, símbolo de la metamorfosis, nos permite interesarnos por el futuro que tiene que ver con nosotros pues, conociendo bien nuestro pasado, podemos prever los peligros que nos acechan con el fin de evitarlo; “anticiparnos”, porque sencillamente se puede asociar, por prudencia: el pasado con el futuro. ¿Para qué entonces buscar la respuesta en una pregunta que nunca hemos querido hacernos? En mis vidas anteriores he vivido momentos tragicómicos de nuestro Colegio que guardo en el recuerdo, ya con indiferencia. ¿Tendremos que esperar a que el calentamiento global produzca el deshielo, y este la subida de aguas que inunde Nueve York para tomar conciencia del grave daño que estamos ocasionando al Planeta, y usemos otras energía no contaminantes?
Mientras tanto mi viejo velero acumula humedad y frío en estos días lluviosos, flotando en ese Mediterráneo que echo tanto de menos, aunque los cambio por los montes de encinas en los que flota la niebla estos días de fin de semana, pienso sin querer, en la responsabilidad de mi voto en estas Generales, donde la rivalidad entre partidos pierde la educación y me hace sentir vergüenza ajena, envuelto entre tanta publicidad engañosa; y en la repercusión que pueda tener en mi castigada profesión, que en Febrero tendrá, las próximas elecciones a nuestro COFRM (donde jugarán el mismo rol pasado, presente y futuro al mismo tiempo), para que nos rija una Junta comprometida, que ayude a esa cohesión social, dentro de la lógica pluralidad, cuyo fin es que la unidad se convierta en un hecho. Eso significa, en mi opinión “cooperación fraternal” en similitud con las siglas que nos definen: COFRM.
No me gustan ni las esquinas ni los cuadrados; mucho menos las señales de alarma a la que va dirigido nuestro Planeta, si no se corrige de inmediato el calentamiento global. Todos tenemos una parte contradictoria, porque al parecer estamos habitados por varios seres, aunque a veces ignorarlo, es más saludable que tomar conciencia de ello; pero no por ello tenemos que renunciar a la verdad. Con humildad veremos mejor el horizonte y fijaremos con más precisión el rumbo que con adicciones.
Ángulos y aristas hay por todas partes (prefiero figuras geométricas redondeadas); como diferencias hay entre los seres humanos, a pesar de que hayan muchos más puntos en común que los unen, como es el caso de nuestro colectivo donde todos hemos recibido la misma formación, tenemos las mismas costumbres, y los trabajos son muy parecidos. Añadiría además, que gozamos de una Institución común que es una estructura sólida, que nos debe defender de las tiranías de La Administración y de cualquier otro ataque que alguno de sus miembros pueda recibir; en definitiva, quiero decir, que poseemos una fortaleza, que socialmente tiene un poder que beneficia a todos.
Percibir la plenitud del COFRM es darse cuenta no sólo de su aspecto externo, sino de sus valores, sin dejarse sugestionar por lo que otros han dicho en un momento de desdicha; sobre todo en estos momentos de nieblas ideológicas, que quieren justificar todo, incluso la incompetencia. Todo va a depender de una buena comunicación, (y os lo dice el farmacéutico que más artículos ha publicado) buscando siempre esa fuerza que da Unidad.
Expresar con experiencia y responsabilidad lo que siento por El Colegio, sin miedo a las esquinas, los cuadrados , los cantos vivos ; es decir, sus aristas, es sentir el poder y la seguridad de una fortaleza con una gran torre, como el puente de una nave, donde caben todos los colegiados, se resuelven democráticamente nuestras diferencias y de una manera organizada y justa, nuestros gobernantes están a tono con las autoridades de nuestra Comunidad, defendiendo siempre el bien común de nuestros intereses profesionales, y armonizados con el Consejo General para los asuntos que así lo requieran (como un pacto de Estado para la Sanidad que nos permita trabajar tranquilos) con buenas perspectivas de futuro. Es nuestra fortaleza profesional que salvaguarda oficialmente nuestros intereses (porque todos vamos en el mismo barco), y a la que debemos solidariamente respetar y cuidar como se hace con una madre, estimulando el celo científico y la cohesión social, limando esos “cantos vivos”, ángulos y esquinas, con acontecimientos de otras índoles como deportivos o de ocio; lo que no quiere decir, que existan minorías, pues las minorías suelen ser las que hacen progresar los colectivos, porque son “en los márgenes” donde se suele encontrar la belleza intelectual.
P.D.– ¿Conservar para estabilizar y cambiar para mejorar? Nada es lo que parece, y habrá que esperar a ver lo que produce la metamorfosis. No dejaría la responsabilidad de mi voto en manos de nadie que no me pareciera el mejor representante de nuestro colectivo por su dignidad; pero es legítimo, en estos momentos, que todo sea cuestionable.
El libro «Píldoras y posdatas» comienza con una carta a la entonces Ministra de Sanidad pidiéndole que “lo que funciona no se toque” , aunque eso no quiere decir, que con los cambios no se pueda mejorar, por eso es necesario conocer a los candidatos, concretar los programas y estudiar su influencia a corto y medio plazo, porque los tiempos siguen respirando, y despertar y descubrir, que tenemos signos de agotamiento, y debemos cambiar para el bien del colectivo, conservando lo mejor de la experiencia, y lo nuevo de nuestras generaciones, para que nuestra COFRM navegue con orgullo por las nuevas aguas que nos depara el futuro.