¿A quién votamos los Farmacéuticos?
La Clave de todo lo que nos ha ocurrido durante estos últimos años, en los que hemos sufrido una reducción tan desproporcionada como injusta, del gasto farmacéutico – que se cifra alrededor del 30 % – es a mi juicio, partir de una base sólida, como es considerar la salud, no sólo como una prioridad del ser humano, sino lo más importante.
El medicamento no puede estar sujeto a tantas manipulaciones, sencillamente porque debe ser un bien necesario para todos y exento de especulaciones comerciales, como todo el mundo reconoce; aunque eso sí, bien controlado.
Y por todo ello, nosotros los farmacéuticos debemos exigir a nuestros dirigentes que no consientan a los políticos una reducción más, ni vinculaciones extrañas al producto interior bruto, ni más barbaridades injustas. ¿Injustas? Que se piense antes de tocarlo en prescindir de Ayuntamientos y Diputaciones innecesarios, o en reducir funcionarios públicos, o en otros tantos gastos suntuosos de los políticos de turno (redondas o plazas circulares por ejemplo) antes de manosear más este producto con fines por supuesto económicos y electoralistas.
El promedio de lo que ha perdido la facturación media de una farmacia española en los últimos años se aproxima al 20 %.
P.D. El trabajo de nuestros dirigentes debe ser el de comunicar estos datos y hechos.